ETICA POLÍTICA
Si la Política es el arte de
gobernar a los pueblos, la ética es el arte de gobernarse a sí mismos. La ética
es una disciplina filosófica que fundamenta los criterios para actuar en
relación con uno mismo y con los demás. Buena parte de las discusiones sobre la
ética teórica también se presenta en las decisiones cotidianas, cuando una
persona tiene que escoger cómo orientarse y tomar decisiones en la vida. Ahora
bien ¿cómo se relaciona la ética personal con la ética pública?
Para los antiguos griegos,
el campo de la política se vinculaba directamente con la reflexión ética, pues
la vida pública tenía dimensiones mucho más amplias que hoy, en tanto el individuo no se había
recluido en el ámbito de su vida privada. La felicidad de cada ciudadano estaba
asociada a la felicidad de la polis, y, por eso, en el pensamiento de
Aristóteles, la ética desembocaba en la política y se subordinaba a ella, en la
medida en que la voluntad individual tenía que subordinarse a la voluntad de
toda una comunidad.
Al mismo tiempo la política
permitiría que el Estado educara a los hombres en las diferentes virtudes y,
particularmente, en la justicia.. En este sentido la educación de los
gobernantes resultaba imprescindible para evitar que cometieran actos indebidos.
Esta conducta no se lograría solo a través de controles externos en la función
pública, sino que se fomentaría principalmente a través de la sensibilización y el desarrollo de la conciencia, es
decir, de principios éticos asumidos concientemente por las personas que se
ocupan de los asuntos públicos.
Esta relación estrecha entre
ética y política se continuó en el período del medioevo durante el cual el
pensamiento cristiano deducía los mandatos morales de la fe religiosa y
subordinaba a la política a esos mandatos.
En el siglo XVI, Nicolás
Maquiavelo planteó un pensamiento provocador al proponer una diferencia tajante
entre la política y la moral. Desarrolló su pensamiento en el contexto de un
proceso histórico en el que las metas religiosas iban perdiendo centralidad en
la vida de cada hombre y eran reemplazadas por la búsqueda de progresos materiales. De este modo los
desafíos de la sociedad se volcaban cada vez más a alcanzar riqueza, gloria,
poder y conocimiento.
En su obra “El Príncipe”,
Maquiavelo valora la fuerza y la astucia como virtudes principales de un
gobernante que conoce la naturaleza competitiva e interesada de quienes lo
rodean. Maquiavelo deja de lado la pureza y la bondad que pregonaba la moral
cristiana, y considera que es preferible ser temido que amado, y que ser bueno
políticamente es saber escoger cuándo conviene apegarse a las normas éticas y
cuándo alejarse de ellas. En consecuencia, Maquiavelo considera que un buen
fin, una intención valiosa, podría justificar la adopción de medios éticamente
reprochables: robar para hacer justicia, mentir para lograr la libertad o matar
para garantizar la paz.
La ética de los gobernantes
y de los ciudadanos.
Las reflexiones de
Aristóteles y Maquiavelo establecieron algunas orientaciones que pueden ser
utilizadas para ver las relaciones actuales entre ética y política. A veces la
eficiencia de los dirigentes políticos puede entrar en conflicto con su
entereza moral. ¿Qué rasgos son preferibles?
Cuando escuchamos
comentarios de la gente que valora a un gobernante porque “roba pero hace” o
que afirma que “corrupción hubo siempre”, observamos la renuncia a exigir ética
pública. En el otro extremo encontramos que hay sociedades en las que se evalúa
también la ética de los gobernantes y se espera que no haya mentiras o
falsedades en su vida cotidiana.
Esta mirada sobre la ética
de los gobernantes requiere pensar también la ética de los ciudadanos, pues hay
modalidades de corrupción en todos los estratos. Cuando una persona antepone su
interés al de todos los demás, cuando se apropia de lo que es público, cuando
soborna a una autoridad, o miente ante los representantes de la ley, también
puede ser cuestionada éticamente.
Las responsabilidades de los gobernantes son
mayores, porque sus decisiones afectan a toda la sociedad y acceden a
información que no tienen derecho a usar en beneficio propio. Por eso la ética
de los líderes políticos es una cuestión relevante a la hora de depositar la
confianza en ellos. Sin embargo, es conveniente advertir que muchos dirigentes
expresan, en sus actos y opiniones, la moral media de la sociedad que integran.
En consecuencia, promover actitudes justas y solidarias en la sociedad es
también una forma para mejorar la ética de los gobernantes.
¿Siempre es bueno ser bueno?
Nicolás Maquiavelo “El
Principe” Fragmento.
Hay tanta distancia entre
saber como viven los hombres y cómo debieran vivir, que el que para gobernarlos
aprende el estudio de lo que se hace para deducir lo que sería mas noble y más
justo hacer, aprende más a crear su ruina que a preservarse de ella, puesto que
un príncipe que a toda costa quiere ser bueno, cuando de hecho esta rodeado de
gente que no lo son, no puede menos que caminar a un desastre. Por ende, es
necesario que un príncipe que desee mantenerse en su reino, aprenda a no ser
bueno en ciertos casos, y a servirse o no servirse se su bondad, según lo que
las circunstancias le exijan.
El Buen Gobernante
Aristóteles “Política”
Fragmento.
Decimos, en efecto, que el
buen gobernante es hombre bueno y prudente. (...) El buen ciudadano debe tener
el conocimiento y la capacidad tanto de obedecer como de mandar. Esta es pues
la virtud del ciudadano: ser entendido en el gobierno de los hombres libres en
uno y otro respecto. Ahora bien, ambas virtudes son propias del hombre bueno,
por más que la templanza y la justicia del gobernante sean específicamente
diferentes de la de los gobernados, no obstante ser éstos hombres libres.
ACTIVIDAD Nº 6
1)
Explica
con tus palabras los fragmentos de Maquiavelo y de Aristóteles en cuanto a la
ética política de los gobernantes.
2)
¿Qué
diferencias encuentras entre ambas posturas?
3)
¿Con
cual de ellas te identificas? Justifica tu respuesta.
4)
Elaborar
un texto de opinión sobre las relaciones de la ética y la política. ¿Es posible
evitar la corrupción de los gobernantes? ¿Es legítimo valorar a un dirigente
porque realiza obras beneficiosas para la población? Justifiquen.
5)
¿Cuál
es la relación entre educación, justicia, solidaridad y ética política?
6)
Qué acciones o prácticas de tu comunidad
cercana pueden considerarse contrarias a la justicia y a la solidaridad? ¿Por
qué creen que la gente las realiza?
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